Para comer se ponen unos gorros con una linterna al final (para ver en la oscura noche); unos guantes especiales con los que las cogen al miedo y unos abrigos, que no calientan pero atraen a las pesadillas.
Un sueño es como una bomba fétida para ellos, pero para defenderse de ellos tienen pico de urraca.
En la única ocasión que luchan es cuando los decorativos de Halloween les atacan.
Esa es la razón por la que en verano somos inmunes a todos ellos.
Me ha gustado mucho pero, ¿de quién es? Nacho.
ResponderEliminarMe parece un relato muy interesante. Nicole
ResponderEliminarMe gusta mucho y el dibujo me encanta. Adrian l
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