Que tiemblen Edgar Allan Poe, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges... pues ya están aquí los "relatistas" del futuro.

Desde un rincón de Vallecas, derrochando creatividad mientras buscan su estilo, tengo a bien presentarles estas pequeñas joyas literarias. ¿Quién sabe si será el comienzo de algún gran escritor?

Mientras salimos de dudas estos jóvenes "cuentistas" continuarán sacándole punta al lápiz.

lunes, 8 de abril de 2013

LA VIDA DE UN MOSQUIMACARRA

Un mosquimacarra se alimenta de picar humanos, sobre todo a bebés indefensos. Se los llevan de vacaciones y les pican; de hay sale la canción`` pican pican los mosquitos si no es en la cara es en…"

Otra singularidad es que siempre están huyendo de la mosquipasma. La mosquipasma era muy inútil y nunca conseguía atraparlas porque eran muy escurridizas, además de pequeñas. Cuando ellos pegaban un grito venía toda la organización de mosquimacarras y mataban a la mosquipasma.

Los mosquipasmas estaban hartos de que nunca pudiesen cogerlas así que decidieron tenderles una trampa. Tres mosquipasmas decidieron disfrazarse como ellos, se iban a llamar de otra forma uno Guayo, otro Leryo y por último Huasco.

Se fueron a las fueras de la ciudad porque allí estaba su organización. En la puerta había un guardia; les vio detenidamente y les dejó pasar pero con desconfianza. Cuando entraron todo estaba lleno de botellas de vidrio y de papeles. Les vio otro guardia y les dijo: “iros lejos de aquí. No volváis nunca más.”

Se fueron y se perdieron. No sabían dónde estaban pero sí sabían cómo volver a su cueva del ciervo volante.

Vino una chica guapísima porque al lado había una discoteca.  Leryo y Guayo fueron a la disco pero Huasco fue a chupar a la chica su sangre. No sabían que habían descubierto los “antimosquitos” y murieron en el intento todos los insectos.


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