Más adelante pasó por una plaza que estaba llena de gente y se puso a tocar con el encantamiento. Ellos se pusieron a bailar. Viendo a éstos bailando se inventó un juego. El juego consistía en poner aros en el suelo y mientras el tamborilero tocaba ellos tenían que pasear por el lado de los; cuando parara la música todos se tendrían que meter en un aro y el que no hubiera cogido uno sería eliminado.
Ellos no se enfadaban porque era muy divertido y se reían mucho y en agradecimiento le daban una monedilla. Él se ponía muy contento y seguía tocando. Pero cuando se iba a su casa ellos le decían “no te vayas por favor” y él decía: “está bien, sólo un ratito más que yo también tengo una familia”.
El cuento del tamborilero está muy bien pero en vez de poner tres veces"y" pon comas.
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