LA SIRENA ENTRA EN MI CASA

Un día me fui a duchar, pasaron unos minutos salí y me encontré con una sirena. Lo primero que pensé es que vendría del océano y como era tan delgada fue capaz de introducirse por las tuberías hasta salir de una de ellas, y por eso estaba sentada en el baño. Me quedé tan sorprendida que tardé en salir del baño. Mi padre preocupado golpeó la puerta y me dijo: -Está bien, ¿ya has salido de la ducha? Y yo le contesté: -Si papá estoy bien no me pasa nada.

Tras unos minutos tapé a la sirena con una toalla y la arrastré hasta mi habitación. Le pregunté como se llamaba y me respondió “Coral por el parecido de mi cola”.

Hablamos de muchas cosas, y fueron pasando los días (escondida en mi habitación) hasta que un día mis padres salieron a tomar algo y me dejaron sola. Ese día la devolví al mar y me dio las gracias por haberla cuidado tan bien.