Que tiemblen Edgar Allan Poe, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges... pues ya están aquí los "relatistas" del futuro.

Desde un rincón de Vallecas, derrochando creatividad mientras buscan su estilo, tengo a bien presentarles estas pequeñas joyas literarias. ¿Quién sabe si será el comienzo de algún gran escritor?

Mientras salimos de dudas estos jóvenes "cuentistas" continuarán sacándole punta al lápiz.

martes, 10 de febrero de 2015

UNA FAMILIA ATACA EN NAVIDADES


Era Nochevieja de 2002, mi madre estaba preparando la cena, mi hermana estaba chateando con su novio y mi padre estaba jugando conmigo a la play
deportivo.

Dijo mi madre: “A cenar, que se enfría.” Y mi hermana como ´´ come tanto`` fue la primera en sentarse. Mi padre  y yo terminaos de jugar al “Call of duty” y fuimos a la mesa. Nos pusimos a comer. De pronto se apagaron las luces y cuando volvió no había comida ni platos ni nada. Nos asustamos. De repente salió alguien de la habitación con un cuchillo. Mi hermana se asustó mucho y mi padre cogió el cuchillo y se puso a luchar con el señor  raro. Y de pronto salió un niño raro. Yo no cogí un cuchillo, cogí una ametralladora y me puse a pelear con aquel niño raro. De pronto salió la niña de la curva con un cuchillo, y mi hermana cogió unos nunchakus y se pusieron a pelear. Por último salió una señora muy rara y… ¡no!... no se puso a pelear, se puso a cocinar contra mi madre. La una frente a la otra… se pusieron a hacer de todo: puré, lentejas, judías, patatas…
 
Estábamos luchando con una familia muy rara. Mi padre estaba luchando con un señor muy raro, mi hermana contra una niña muy rara, mi madre estaba cocinando con una señora muy rara y yo contra un niño muy raro.

Al final todo salió bien: mi padre ganó con el señor raro, mi hermana ganó contra la niña rara, yo gané contra el niño tan raro y… mi madre echó a la familia extraña, y encima teníamos comida del duelo entre madres. Así que nos pusimos a comer las doce uvas tras un gran banquete.


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