Érase una vez una mano muy grande que tenía
pajaritos pequeños. Dentro de la mano había un pájaro rojo que se quedó a vivir
en la mano con el resto.
Los pájaros eran de colores: verde, rojo, rosa
y azul.
La mano era de un fantasma que por las noches iba
a cazar pájaros de colores. Pues por la noche los pájaros estaban dormidos en
sus nidos con sus hijos. Al día siguiente los pájaros se encontraban sentados
en la mano del fantasma.
El fantasma ya estaba cansado de comer muchos pájaros
de colorines.
Los pájaros hicieron una fiesta y lo celebraron
comiendo trocitos de pan porque que les daban las personas porque eran amables
y muy cariñosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿QUÉ TE HA PARECIDO?