Walt Disney, un amante de la naturaleza y de los animales, tenía un ciervo llamado Bambi, un conejo llamado Tambor, dos ratones llamados Mickey y Minnie, dos patos llamados Donald y Dasy, dos perros llamados Pluto y Goofie y dos peces llamados Dori y Nemo.
Walt también tenía nueve hijas: una niña que era muy blanca y le gustaba la nieve y la llamó Blancanieves, otra que como su primera palabra fue ``ceniza´´ la llamó Cenicienta, Aurora, Ariel, la quinta como era muy guapa se llamó Bella, Jasmine que era marroquí, Pocahontas que era india, Mulán que era china y Tiana que era angoleña.
Estas nueve niñas eran muy felices en América con su padre, sus hermanas y sus animales.
Las chicas soñaban con ser guapas, altas, delgadas, con un vestido largo y precioso, con una corona y con su guapísimo príncipe azul.
Lo único es que las princesas de los cuentos que su padre las contaba todas las noches antes de dormir, tenían padre y madre, y ellas se ponían tristes al pensar que ellas no tenían una madre como las niñas de su clase, las de las películas, las de los libros… Pues su padre Walt no tenía novia ni estaba casado.
Como Walt sabía que a sus hijas Blancanieves, Caenicienta, Aurora, Ariel, Bella, Jasmine, Pocahontas, Mulán y Tinana las hacía tanta ilusión tener una madre, decidió casarse con una chica llamada Anne. Cuando las niñas se enteraron de la noticia, saltaron, rieron y lloraron de alegría.
A las dos semanas de casarse, Anne se fue a vivir a la casa de su marido Walt.
Como Walt era escritor, se pasaba toda la vida, día y noche, metido en su habitación de escribir, relatando libros y cuentos.
Anne a veces discutía con Walt porque él siempre estaba escribiendo y escribiendo, y el tiempo que le sobraba se lo dedicaba a sus hijas y a nadie más. Por eso Anne al año y medio de estar casados, le pidió el divorcio.
Walt se lo estaba pensando, y mientras tanto las nueve niñas les prepararon una cena romántica para que no se divorciaran, pues no querían que se separaran porque los querían mucho a los dos.
Walt, a parte de escribir, pintaba (aunque no era pintor) y como sabía que sus hijas deseaban ser princesas , Walt decidió comprarlas un disfraz y el día de carnaval, hacerlas una foto a cada una para tener un recuerdo de ese día.
Y como he dicho antes que Walt dibujaba muy bien, dibujó la propia foto de sus hijas y de sus animales.
El retrato quedó estupendo y fueron todas las niñas junto con sus padres a colgarlo en un cuadro en el pasillo de la entrada.
Al cabo de los días a su mujer Anne se le ocurrió que como a las niñas le encantaban ser princesas y los retratos le quedaron tan bonitos, que hiciera un cuento con cada una de sus hijas y con los animales, ya que él también sabía escribir, decidió que las niñas vivían todas en un bosque y que los animales eran amigos del bosque. Pero más adelante les hará un cuento a cada una de sus hijas, y probablemente una película.
Que tiemblen Edgar Allan Poe, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges... pues ya están aquí los "relatistas" del futuro.
Desde un rincón de Vallecas, derrochando creatividad mientras buscan su estilo, tengo a bien presentarles estas pequeñas joyas literarias. ¿Quién sabe si será el comienzo de algún gran escritor?
Mientras salimos de dudas estos jóvenes "cuentistas" continuarán sacándole punta al lápiz.
Desde un rincón de Vallecas, derrochando creatividad mientras buscan su estilo, tengo a bien presentarles estas pequeñas joyas literarias. ¿Quién sabe si será el comienzo de algún gran escritor?
Mientras salimos de dudas estos jóvenes "cuentistas" continuarán sacándole punta al lápiz.
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