La pantera rosa es así porque un día sus amigas decidieron gastarle una broma: ella estaba durmiendo planearon quitarle la ropa y pintarle de color rosa. Al día siguiente –como la pantera es muy coqueta- se fue a ver en el espejo y se dio cuenta que su cuerpo era de otro color. La pantera furiosa fue a ver a sus amigas, ellas le dijeron que eso se podía quitar con una esponja y jabón, pero lo que no sabían era que esa pintura era permanente.
La pantera rosa estaba triste pues esa noche tenía una cita. Sus amigas intentando arreglarlo le dijeron que: podía ir otra en su lugar; otra dijo que la cita sea a oscuras… al final la pantera rechazó todas las propuestas.
Paso un mes y cuando salía a la calle todas las demás panteras se burlaban. Por ello decidieron ponerle el apodo <
Pasado el tiempo, la pantera leyendo el periódico en su casa escuchó que alguien golpeó a la puerta. Era un director de dibujos animados, le invitó a que pasara y le dio té con bizcochos Él le habló de su rareza de pantera y dijo que para los niños sería un gran espectáculo. Ella aceptó sin pensarlo, luego se fue y vinieron sus amigas envidiándola al enterarse de la noticia.
Una semana después ya estaba volando a Hollywood (Los Ángeles). Lo primero que hizo allí fue ver las estrellas y se imaginó que algún día su nombre estaría en una de ellas. En los estudios empezó a rodar y aunque estaba contenta se sentía sola. Pidió vacaciones y viajó a su país, las panteras entusiasmadas querían que ella les contase cómo eran Los Ángeles, los estudios, los camerinos... Pero la Pantera Rosa lo único que deseaba hacer era tumbarse en la cama y leer su periódico semanal; ver los diez suplementos; ponerse la mascarilla de noche...
Al final decidieron irse. La pantera rosa les habló a sus amigas de sus aventuras en Los Ángeles pero concluyó que no era tan divertido como parecía si estaban lejos las panteras a las que quería y les dijo que no le volvieran a gastar una broma así porque si no se iba a vengar de una manera súper divertida que no les iba a hacer ninguna gracia. Ellas se rieron, apagaron la luz y pese a las amenazas se durmieron como un tronco.
Me gusta, es una gran historia.
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