UN FANTASMA EN MI COLEGIO.

Érase una vez una profesora que corrigiendo un examen le dio un infarto y dejó 19 exámenes por corregir. Después de 20 años de larga espera tuvo la oportunidad de terminarlos de corregir pero un profesor se lo impidió.

Ella enfadada y llena de ira ardía en deseos de venganza. Una noche se coló sigilosamente en la habitación del profesor que dormía tranquilo, cogió un cuchillo y...

Digamos que el profesor se convirtió en un zombi que aterrorizaba niños cuando estaban tranquilos haciéndose chuletas para exámenes próximos.

Un día un niño vio como el zombi aterrorizaba a otro niño y se lo contó a su profesora que se lo dijo al director; éste decidió que tenían que abandonar el colegio durante un tiempo y contrató a unos caza-zombis que en cuanto lo vieron con esa cara, esos brazos y esa ropa (que no era ropa, eran trapos viejos) pusieron pies en polvorosa y no se los volvió a ver nunca más.

Se dice que de tanto miedo que les dio se fueron a África y los encontró en un rincón asustados y sin poder hablar.

Los pocos niños que volvieron a la escuela tenían miedo hasta de agacharse a por un bolígrafo que se les cayera.

No podían más y salieron del colegio encerrando al zombi allí y vivieron bien durante un tiempo porque el fantasma de la profesora seguía por allí. Pero a ésta no tardaron mucho en vencerla porque ya estaba vieja. Así que al final vivieron felices la mayoría y comieron perdices; otros no porque eran alérgicos.