El ratón de biblioteca, no el
de museo, es el que se pasa siglos, siglos
y siglos asustando a niños, descolocando
libros, haciéndose casas y
castillos para protegerse del gato de biblioteca, que se encarga de comérselos.
Os preguntaréis que por qué se
come libros y no queso, pues porque es
librívoro, es decir que se come libros,
y por qué os digo esto: pues porque supongo que os lo preguntaréis.
Este ratón fue llamando a su
familia y se fueron reproduciendo de generación en generación.
Actualmente no veo muchos, pero bueno qué se le va a hacer. Yo sospecho que
están planeando una invasión ratonil a los humanos por vender su piel,
matarlos, elaborar ratoncidas, etc. Supongo que si nos van a atacar no nos
harán mucho daño aunque... ¡Claro, si cogen un libro de científicos y hacen una
poción de mutación nos harían picadillo!... pero eso no va a ocurrir… ¡¿o sí!?
De todas formas no vendría mal una defensa militar extra por si acaso. Como
dicen que se va a acabar el mundo en este año mi sospecha… ¡puede ser
cierta!... o puede que no.
Hola Jorge, tu historia me ha gustado mucho, sigue escribiendo cosas tan chulas.
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