Era una vez un
pobrecito molinerito,
Que tenía un
hijito muy hermosito
Cierto día el pequeñito,
Mando llamar al
molinerito al castillito
Pues hacía tiempo
que no pagaba los impuestitos
Al molinerito
se le ocurrió decirle al reycito
Tengo un hijito
que puede hacer hilitos de orito
Tráelo ordenó
el reycito que llevó al hijito
A una
habitación llena de pajita
Y el reycito
dijo “si esta pajita
no está hecha
hilos de oro por la mañanita,
mataré sin
remordimiento a tu padrecito,
y también a ti
enterito.”
Y el pobre
muchachito
Sin tener
idea de cómo hacer hilitos de orito
Comenzó a
llorar mucho, muchito.
De repente de
la puertecita
Salió un
hombrecito muy pequeñito
Y el
hombrecito preguntó “¿qué te pasa mocosito”?
Y el chico
dijo “tengo que hacer hilitos
De oro con
toda esa pajita”
Y el
hombrecillo le dijo al chiquillo
“¿Qué me das si
la hilo yo en un ratito?”
El chiquillo
le dijo: “te daré mi collarcito”
Y el
hombrecillo aceptó la ofrenda del chiquito.
El hombrecillo
convirtió la paja en orito
Y el reycito
le dijo al chiquillo
Te casarás con
mi hijita hermosita.
Y se casaron en
el pueblecito
Y le tiraron
tras la celebración,
Monedas de
orito al mogollón
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