Que tiemblen Edgar Allan Poe, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges... pues ya están aquí los "relatistas" del futuro.

Desde un rincón de Vallecas, derrochando creatividad mientras buscan su estilo, tengo a bien presentarles estas pequeñas joyas literarias. ¿Quién sabe si será el comienzo de algún gran escritor?

Mientras salimos de dudas estos jóvenes "cuentistas" continuarán sacándole punta al lápiz.

viernes, 27 de febrero de 2015

EL CABALLO REGALADO

El caballo tenía unos dientes muy grandes,
Cuando masticaba algo se los rompía muy fácilmente.

El granjero iba a dar de comer al caballo en la cuadra, siempre le veía sin dientes. Pese a ello se lo querían comprar porque era muy valioso ya que tenía un diente de oro.

El caballo era de color marrón, las crines negras y largas, y unos dientes blancos y grandes, con (como ya dije) un diente de oro. Todos los días intentaban ver los del pueblo sus dientes, hasta que un día lo miraron y ya no estaban.

Desde ese día, cuando los del pueblo los querían ver al caballo regalado lo cambiaban por bolsas de chinos. Aunque es muy común que lo regalan por la Noche Buena. Y a los regalados siempre les dice “se mira pero no se toca”.

Para reconocer al caballo regalado hay que mirar a la boca, con unos dientes tan grandes que cundo se lo quita parece una anciana.

El caballo regalado siempre se mira en el espejo su diente de oro y se quería casar con él antes que con una yegua. Aunque desde que se lo quitaron no sé que decirte.

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