Que tiemblen Edgar Allan Poe, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges... pues ya están aquí los "relatistas" del futuro.

Desde un rincón de Vallecas, derrochando creatividad mientras buscan su estilo, tengo a bien presentarles estas pequeñas joyas literarias. ¿Quién sabe si será el comienzo de algún gran escritor?

Mientras salimos de dudas estos jóvenes "cuentistas" continuarán sacándole punta al lápiz.

miércoles, 21 de enero de 2015

LA INVASIÓN

Era Navidad y…

Yo estaba en mi habitación preparando cosas para el árbol y mi madre llamó a la puerta. Le dije que pasara y me dijo que me vistiera para ir a comprar.

Cuando salimos vimos que había un montón de muñecos de nieve.

Al llegar al mercado compramos de todo: juguetes, roscón, ropa…vamos un montón de cosas. Llegamos a casa y fui a mi habitación a ver la película que iban a echar. Era muy bonita, pero mi madre me llamó para cenar.

Ya era la hora de dormir y cuando iba a echarme en la cama… se escucharon unos pasos. Uno tras otro. Me daba miedo. Mi hermano no sé como se despertó pero él también tenía miedo. Me dijo que había tenido una pesadilla en la que todos los muñecos de nieve iban a por él.

Yo me quedé sorprendida, ojiplática pues lo relacione con lo visto por la mañana. Al salir de mi habitación comprobé si había alguien en toda la casa: mire por las ventanas, en la cocina, en el baño… y volví a la habitación. Definitivamente no había nadie. Era como si hubiera venido y después se hubiera marchado corriendo.

Luego mi hermano y yo nos dormimos. Se empezaron a escuchar un largo pataleo. Eran las cinco de la mañana y por el ruido casi todo el vecindario se despertó. Vi en la ventana una, una… ¡INVASIÓN DE MUÑECOS DE NIEVE! Luego recordé la pesadilla de mi hermano. Pensé, y encontré al instante como solucionarlo.

Salí de casa sin que me oyeran mis padres.

Corriendo vi al jefe. Sabía que lo era pues llevaba un cubo en la cabeza que ningún otro tenía. Cogí una manguera y se lo eche al jefe. El jefe se derritó pero antes dio la orden de atarme. Luego cuando creía que todo estaba perdido salió el sol y los muñecos de nieve se derritieron.

Fui a casa corriendo y me metí en la cama para que mis padres no se dieran cuenta. Mi madre entró y me encontró despierta, pero no se dio cuenta de lo que había pasado y al desde entonces me da panico pensar en muñecos de nieve.

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