Éramos dos hermanitos que vivíamos
con nuestro padre, que era un pobre leñador, y con una madrastra que era
malísima. Como no había ni comida ni dinero decidí irme al bosque a buscar
piedras para el día siguiente, cuando nos abandonaran en el grande y oscuro
bosque saberme el camino a casa. Una vez preparados para irnos al bosque, la
madrastra nos dio un cacho de pan a cada uno y nos dijo ¡Hala hijos a la noche
os vamos a buscar!
Ya en el bosque vi al lobo que
quería comer a los tres cerditos, y le dije al lobo “¡Eh lobo déjalos!”. El
lobo se asustó y se fue corriendo. Los tres cerditos decidieron venirse con
nosotros.
Tras unos minutos un ruido nos
sorprendió: ¡BUUUM! Y era el lobo de otro cuento que se quería comer a Caperucita
y a su abuela. Gretel se metió por medio y Caperucita y los otros salimos
corriendo porque el lobo nos quería comer. Cuando el lobo se cansó de buscarnos
y se fue agotado de tanto correr, nosotros seguimos nuestro camino.
Más tarde me fui a buscar comida
mientras los tres cerditos y Gretel se quedaron descansando porque estaban muy
cansados de correr, Caperucita y la abuela se fueron a su casa porque no quería
venirse a vivir una buena aventura con nosotros.
Iba andando y alguien me tocó por
detrás y me dijo
- “HOLA HANSEL”
- -Hola. ¿Quién
eres?
- Soy Juan Sin Miedo. Una pregunta ¿Me puedes decir qué es el
miedo?
- Oye Juan, no
tengo tiempo para bromas, tengo mucha prisa.
- Pero Hansel, no
es ninguna broma.
- Bueno da igual
Juan, te vendrás con nosotros y en este bosque seguro que sabrás lo que es el
miedo porque aquí hay muchos ruidos y monstruos.
Según nos íbamos metiendo más adentro
del bosque iban apareciendo más monstruos y querían capturarnos para hacer
experimentos.
- Hansel
tengo miedo. Esto está muy oscuro y hay muchos ruidos.
- Pero
hay que aguantar.
Al amanecer tuvimos que continuar nuestro camino.
- Es
verdad, bueno o mejor vamos debajo de ese árbol porque está lloviendo.-
Argumenté.
- Pero hay que seguir el camino- dijo Gretel.
- ¡Que no! Que está lloviendo, cuando deje de
llover seguimos nuestro viaje.- repliqué yo.
Ya es de noche, tras dejar de
llover descubrimos algo en medio de la oscuridad.
- Mira
Hansel, una casa rodeada de diamantes, de chuches y chocolate. – dijo Gretel
sorprendida
- Vamos a
coger unas pocas,-dije con mucha hambre
- No
que dentro habrá alguien.- Contestó Gretel enfadada.
- ¡Cuidado
Hansel no te muevas, detrás tienes una bruja que te quiere meter en una jaula! –
me dijo Gretel.
- Corred cerditos, coged todas las
cosas que podáis. Gretel ayúdalos, tú, Juan coge a la bruja.- le dije yo.
- Vale
Hansel, ya la tengo, toma métela en esta jaula tan enorme.-Le contestó Juan,
- Vale,
ya está ya la he metido – Dijo muy contento Juan,
- Pues
enciérrala en su casa - Le respondí yo
- Hala. ya está, ahora vamos a coger todo lo que
podamos-Le dijo Juan.
Una vez finalizada la misión del “Saqueo de la
casa “los tres cerditos nos ofrecieron quedarnos a vivir en su cabaña hecha de
ladrillo, que no se derrumbaba por nada del mundo. Ya en ella vimos que había
cinco lobos, que estaban de okupas y decían que no se querían ir porque según
ellos era de su propiedad, pero hablando con ellos les convencimos para que la
abandonaran pacíficamente, y les llevamos a vivir a la casa de la bruja que
anteriormente habíamos saqueado. Los lobos, se quedaron muy felices en su nueva
casa, y además les salía gratis, es decir, no tenían pagar nada.
Todos vivimos muy felices para
siempre, cada uno en su hogar, sin peleas y sin nada.


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