Había una vez una pareja: la chica se llamaba Natalia y su marido Alberto. Ellos querían tener hijos pero no podían, entonces decidieron comprase un pastor alemán. Le trataban como su propio hijo.
El perro se hizo mayor; defendía a sus dueños de cualquier peligro hasta que tuvieron un hijo llamado Marcos. El perro estaba un poco celoso del bebe porque los dueños dejaban a un lado.
Al siguiente día los padres dejaron a Marco profundamente dormido y subieron a hacer carne asada a la azotea. Entonces en casa había entrado un serpiente venenosa le había mordido al perro. Entonces el padre bajo y vio al perro en el pasillo tirado moviendo la cola para salvar al niño. Él pensó otra cosa y mató al perro. Luego entró a la habitación y vio que el niño estaba en la cuna y la serpiente venenosa subiendo a la cuna. En ese momento se dio cuenta de que había matado a su perro fiel.
Marcos se hizo mayor. Tenía una enfermedad, era bipolar los padres no le hacían mucho caso y cuando iba a la escuela los niños le insultaban y le pegaban
Un días sus padres se fueron a comprar. Marcos estaba llorando como siempre porque sus padres no le hacían ni caso y no le comprendían. Entonces fue al desván y cogió una cuerda, se subió en una silla se tiro y ahí se quedó muerto marcos con una lágrima en la cara.
Los padres desesperados buscaron y buscaron en la cocina, el baño, el salón… hasta que bajaron a desván y vieron a marcos colgado de la cuerda.
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