Un monstruo de enorme tamaño resucita junto con su calva, sus ojos de rojo sangre, su carne azul y su andar de tortuga. El quiso decir siempre que valía mucho más que todas esas cosas feas que decían los humanos sobre él. Entonces acudió a sus padres y ellos le dijeron que valía mucho pero siempre con ese tonito de ironía. Sus padres le dijeron que se apuntara a clases de inglés y el monstruo pensó: “¿estos me toman el pelo?”, Pues no sabía ni siquiera decir hola. Los padres le respondieron “pero que pelo hijo si eres calvo” Dijo el monstruo “ese no es el caso”, y puso una cara de extrañado, tras la cual se tocó la cabeza confundido.
Cuando fue a sus clases de inglés por primera vez todos se rieron de él y le decían cosas como: ”calvorota, te pareces a una bola de billar “. Levantó la mano para ir al baño y cuando entró en aquel cuarto oscuro encontró un interruptor pero como daba más intriga con la luz apagada decidió no utilizarlo. Una vez dentro, de repente a lo lejos vio una máquina del futuro, se metió dentro de aquella máquina y dijo: “estamos en el siglo 21 voy a ir al 22” y apareció en ese siglo. Como su curiosidad era infinita quería saber si mandaba un pollo al futuro si volvería frito al pasado o volvería muerto. Notó cosas raras de él, pero como sus padres solo le habían pagado una hora de clases de inglés tenía que ser muy rápido. “Bueno algo es algo” se dijo y a así lo hizo. El monstruo bueno se compró un champú nuevo y le creció el pelo, se puso lentillas azules y en vez de tener la piel azul se bronceo el cuerpo.
Que tiemblen Edgar Allan Poe, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges... pues ya están aquí los "relatistas" del futuro.
Desde un rincón de Vallecas, derrochando creatividad mientras buscan su estilo, tengo a bien presentarles estas pequeñas joyas literarias. ¿Quién sabe si será el comienzo de algún gran escritor?
Mientras salimos de dudas estos jóvenes "cuentistas" continuarán sacándole punta al lápiz.
Desde un rincón de Vallecas, derrochando creatividad mientras buscan su estilo, tengo a bien presentarles estas pequeñas joyas literarias. ¿Quién sabe si será el comienzo de algún gran escritor?
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