Se encontró a unos ladrones robando en un puesto de manzanas. El quería ayudar pero no sabía como; cuando de repente recordó las palabras de aquella viejecita.
Entonces se acercó y les dijo - dejad de robar ahora mismo. Los ladrones contestaron:
- ¿Y que nos vas ha hacer?
- Voy a tocar al tambor y bailareis hasta que pare.
Mientras el señor del puesto estaba callado, empezó a tocar y como dijo la viejecita empezaron los cacos a bailar. Hasta que no paró de tocar ellos no pararon de bailar. El del puesto se lo agradeció y le dijo “le voy a dar un saco de deliciosas manzanas”.
El tamborilero siguió andando y andando hasta que por fin llegó a su casa y como había traído un saco de deliciosas manzanas para cenar todos fueron felices y comieron muchas manzanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿QUÉ TE HA PARECIDO?