Empezó en el 99, los niños estaban jugando en la calle y las damas sentadas charlando y conversando durante horas.
Una familia de 6 hermanos, un padre y una madre, eran los mas pobres de aquel pueblo llamado “Alejandro II “.
Eran cuatro chicos y dos chicas: De los chicos, el mayor de 16 años se llamaba Luis, el mediano de 13 años, se llamaba Manuel, el casi más pequeño se llamaba Febr. y el más pequeño de todos tenía 3 años y se llamaba Ismael.
Las chicas, una se llamaba Yaiza que tenía 18 años y otra Marta que tenía 9 años.
Se iban todos al campo, a ver si podían conseguir algo de comida para vender. Ferb se metió debajo de un túnel y allí descubrió oro y riquezas, los niños corrieron y fueron a por el tesoro. De repente un cazador les vio allí. Se veía que aquello era de él, y les castigó, encerrándoles en la cueva. Los niños no sabían que hacer.
Los padres no sabían que hacer; los niños desaparecidos y ellos atacados y desesperados. Al padre de los nervios y ataques le dio un infarto; la madre llego al límite de la desesperación y se encerró en la casa.
Se dice que la policía, cuando abrieron la puerta de la casa, se encontraron a la madre colgada de una cuerda y un charco de sangre en el suelo.
Los niños, Ferb, Yaiza e Ismael, también murieron, por deshidratación y falta de alimento.
Cuando a los 7 meses sacaron a los niños que quedaban con vida de allí el mundo ya no era igual: todos los avances electrónicos lo habían mejorado.
Una muchacha les adoptó, y les llevo a un colegio de gran nivel y concertado, donde allí aprendieron a escribir, a leer etc…
Fueron a comer a un restaurante, les enseño la ciudad como era y les compro ropa. Vivían en un chalet de tres plantas, con piscinas climatizadas y un jardín de veinticuatro metros de ancho y cincuenta y dos de largo, dos plazas de garajes, una fuente artificial etc…
Los niños se quedaban boquiabiertos y asombrados con aquello de la evolución. Dijeron, yo creo que a esto lo llamaremos: “Todo cambia”.
Los niños veían aterrorizados lo que pasaba en las calles, la delincuencia, robos, atracos… pero la muchacha les dijo que solo se fijaran en lo positivo.
Uno llegó a ser ingeniero, otra camarera y el otro abogado.
El planeta se estaba destruyendo por la contaminación y aquellas personas que lo evitan no son ni la mitad del mundo.
Que tiemblen Edgar Allan Poe, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges... pues ya están aquí los "relatistas" del futuro.
Desde un rincón de Vallecas, derrochando creatividad mientras buscan su estilo, tengo a bien presentarles estas pequeñas joyas literarias. ¿Quién sabe si será el comienzo de algún gran escritor?
Mientras salimos de dudas estos jóvenes "cuentistas" continuarán sacándole punta al lápiz.
Desde un rincón de Vallecas, derrochando creatividad mientras buscan su estilo, tengo a bien presentarles estas pequeñas joyas literarias. ¿Quién sabe si será el comienzo de algún gran escritor?
Mientras salimos de dudas estos jóvenes "cuentistas" continuarán sacándole punta al lápiz.
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Como siempre, con un final feliz. Nacho.
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