Más tarde se estrellaron contra un piso y acabaron los tres aplastados como un disco volador.
Al cabo de un rato llegó Papá Noel. Otros guerreros de otro avión creyeron que era un extraterrestre gordito y rojo con una cucaracha a su lado. ¡Pobre duende verde!, le dispararon con la metralleta y acabó como los Reyes Magos. Los militares cuando vieron quienes eran se enfadaron mucho, pero éstos les dieron regalos para disculparse por haber invadido espacio aéreo restringido. Los militares se extrañaron mucho, aunque estaban felices y trabajaron más alegres.

Es muy chulo Tamara, sigue escribiendo así. Aroa.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.J.ennifer
ResponderEliminar